El lunes, amaneció un poco nublado, lo cual nos vino bien, ya que el grupo tenia una larga caminata hasta el Cerro Centinela, que estaba ubicado a 5km del campamento.
Después de desayunar, preparamos el equipo de caminata, cargamos agua en nuestras cantimploras y empezamos la marcha. Los primeros kilómetros los hicimos a buen ritmo, pero faltando poco para llegar las piernas empezaron a pesar mas de la cuenta y pero a pesar de eso caminamos sonrientes hasta nuestro destino.
Una vez en el Centinela y después de las clásicas fotos junto a la curiosa piedra, la manada se aboco a preparar 50 sanguches de jamón y queso que nos darían las energías suficientes para volver al campamento. Cuando estábamos ya cerca de nuestro campamento una nube negra paso por encima nuestro sin derramar siquiera una gota, así que gracias a Dios volvimos muy tranquilos y cantando.
De nuevo en el campamento, tomamos el mate cocido con pan con dulce de leche, nos bañamos (casi todos) y tuvimos un tiempo para trabajar por ramas.
Luego de la cena nos fuimos a dormir cansados por la larga caminata.
Siempre Listo
Cóndor Bondadoso
No hay comentarios:
Publicar un comentario