Llegó el día tan esperado, a las 7 de la mañana estábamos convocados a la sede de nuestro grupo para partir hacia Tandil a vivir el campamento anual. Obviamente como ya nos conocemos, muy pocos llegaron puntuales, y hasta alguno fue victima de alguna broma para despertar a los dormilones.
Cargamos el micro y partimos alrededor de las 8.30. Luego de un viaje de unas pocas horas llegamos a nuestro destino. Allí nos esperaban 9 días de convivencia en la naturaleza y de nuevos aprendizajes.
Después de descargar todo el micro, tarea ardua si las hay, comenzamos con el armado del campamento que nos llevo unas pocas horas, dejándonos tiempo suficiente para recorrer todo el predio y preparar la cena (fideos con tuco). Cansados del viaje y del trajín del primer día nos fuimos a descansar antes de medianoche.
Muy pronto la segunda entrega
Siempre Listo
Cóndor Bondadoso
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